La diferencia entre ahorrar y no ahorrar está, en la mayoría de las ocasiones, en la capacidad de cambiar nuestros hábitos. Unas buenas prácticas de consumo y algunos sencillos hábitos pueden ser clave a la hora de notar la diferencia en nuestra factura eléctrica. Desde Newatt os instamos a probar éstos trucos:
1. Sustituir las bombillas comunes por bombillas de bajo consumo. Aunque económicamente suponen un esfuerzo superior, a corto plazo han demostrado tener grandes ventajas, además de durar como mínimo hasta 6 veces más que una tradicional. Son más eficientes ya que utilizan entre un 50% y un 80% de energía que una bombilla normal para producir la misma cantidad de luz. Son más ecológicas, ya que reducen sustancialmente las emisiones de CO2.
2. Utiliza regletas para evitar el consumo StandBy o Consumo fantasma. Según datos del Instituto Catalán de Energía, una familia media tiene un consumo eléctrico suplementario por aparatos con standby de unos 1,56 kilovatios-hora por día en un piso de 90 metros cuadrados mínimamente equipado y con cuatro personas, lo que supone el 4% del consumo total de energía de la vivienda y el desembolso de alrededor de 51 euros anuales. Pensamos erróneamente que, apagando desde un mando a distancia el equipo, éste deja de consumir. Para evitar este pequeño consumo se recomienda utilizar regletas y apagar los aparatos electrónicos desde la misma.
3. Pinta las paredes y techos de color blanco o tonos claros. El color blanco aporta luminosidad y amplitud a los espacios. Además, permiten pasar la mayor parte del día con iluminación natural, retrasando de este modo, el uso de luz artificial durante más tiempo.
4. Organiza la distribución de los muebles de tu hogar. Las ventanas, balcones o tragaluces son importantes puntos de luz natural. Para aprovecharlos, es importante organizar nuestro mobiliario evitando tapar las entradas de luz.
5. Limpia las bombillas y lámparas. El polvo que se acumula en las bombillas, los plafones y las lámparas de nuestro hogar hace que la luz sea menos nítida y se pierda. Su limpieza es una buena práctica para evitar pérdidas de iluminación o utilizar luces de refuerzo.
6. Programa los aparatos eléctricos. Utilizar las programaciones de nuestro aparatos eléctrico o electrónicos es una práctica más que recomendable para ahorrar en nuestra factura de la luz. Programa horarios de encendido y apagado para adaptar el consumo eléctrico el tiempo necesario.
7. Si utilizas tubos fluorescentes… evita apagarlos por periodos cortos de tiempo. Evitar apagar al salir de una habitación, debido a la creencia generalizada de que el gasto de energía para encenderlos es superior al que generan mientras están activos es errónea. La cuestión no está en el consumo, sino en que, apagar y encender repetidamente los tubos fluorescentes reducirá su vida útil.
Queremos saber tu opinión: ¿qué buenas prácticas utilizas en casa para ahorrar en tu factura de la luz?, ¿crees que los buenos hábitos pueden reducir de forma considerable tu factura?